20 abril, 2006

Aproximación a su pensamiento

Por Bob Mc PENT (UCLA Proyect: "National Classes")

Su pensamiento económico pasó del extremismo colectivista, aunque en solitario, de su juventud, a la defensa de un capitalismo organizado en su madurez y de allí al anarquismo escéptico de los años previos a su -por ahora-, definitiva desaparición.

La serie de artículos que publicara en Cahiers d'intellectuels (cuya recopilación fue editada por PUF en 1959 con el título: "Au-dela du principe du travail o les fondements de la nouvelle societé" testimonian su posición de principio respecto a la necesidad de asumir todas las consecuencias resultantes de la aplicación de una lógica sin concesiones a premisas que en última instancia intentan conciliar sus ideas libertarias con la construcción de ese nuevo orden social.

La elaboración de la contradicción filosófica entre necesidad y libertad atraviesa toda su obra. Criticó especialmente a la teoría del valor trabajo, y enfocó sus dardos en el papel de la relación salarial como fundamento de la regulación capitalista. Su originalidad radica en que fue más allá de la mera denuncia e hizo de la eliminación del trabajo la condición de posibilidad para la construcción de una nueva sociedad.

Consciente de las dificultades de su apuesta, dedicó buena parte de su tarea a develar lo que estimó como una de las más notorias fallas del edificio marxista: la falta de una caracterización del modo en que se financiaría la transición al socialismo. Es por ello que para solucionar los dilemas del "socialismo en un solo país" desarrolla su teoría del "mundo dual", en la cual la condición de posibilidad para la existencia del socialismo es la "inversión de la transferencias de capital".

En este modelo, la presencia simultánea de un mundo capitalista es en realidad el requisito ineluctable para extraer los recursos necesarios para financiar la construcción de la "nouvelle societé". Funda teóricamente la necesidad de construir durante la transición una especie de "capitalismo de estado" basado en la explotación de una ventaja comparativa derivada de la posesión de algún recurso natural y a la realización de esa renta en el mercado mundial, lo que permitiría que una proporción creciente de la población pudiera vivir sin trabajar.

Para ello bastaba exportar lo que el denominó "a-commoditties" (aquellas mercancías que desafiarían el deterioro de los términos del intercambio, por incluir en su concepto "sustancias, formas y experiencias cuyo consumo se impone a la voluntad del consumidor" es decir, tanto narcóticos como elaborados productos de la llamada "industria cultural" como lo son las producciones televisivas y demás formas de comunicación masivas). Por otra parte, sitúa en este campo lo que llama la necesidad de promover la autonomía individual, misión que le ha de competir en el mundo futuro a la pornografía, que retiene a los consumidores en sus casas y debilita así la cohesión social de las sociedades basadas en la explotación del hombre por el hombre.

Sin duda, Porcaró no previó las posibilidades que INTERNET daría hoy a la realización de su programa y a la extensión de sus predicciones sobre el devenir de la historia.

Por otra parte, es digno destacar que Porcaró nunca fue un "estatista" sino que confió en la capacidad de la misma sociedad para asumir las tareas derivadas de la revolución, dirigiendo y encauzando al Estado en relación a los fines de la construcción de la "nouvelle societé" sin explotadores ni explotados; es decir, aquella en la que no tengamos que trabajar.

"Al Estado capitalista no habrá que combatirlo, sino ignorarlo; el desarrollo de un amplio sistema de producción y comercialización por fuera de las previsiones legales de la sociedad burguesa terminaran acostumbrando al pueblo a la irrelevancia de tal ordenamiento. La cuestión no es que tal sistema se desarrollase o no, sino el papel que le tocará cumplir al partido revolucionario en este proceso...." ("Le Capitalisme du siecle XXII", Ed. PUF Paris 1944).

Imagen: Estatua de León Porcaró emplazada en la Plaza homónima en la Ciudad de Trípoli, capital de la Gran Jamahiriya República Árabe Popular y Socialista de Libia.

No hay comentarios.: